Las trompas de Falopio son dos delgados conductos que comunican los ovarios con el útero. Cada mes el óvulo que se desprende de un ovario se va desplazando por ellas durante un día entero. Pasado ese tiempo se desintegra y se expulsa con la menstruación. 

Pero en el trayecto el ovocito puede ser fecundado por un espermatozoide, dando lugar a un embrión que será transportado al útero, donde continuará la gestación. Son, por lo tanto, muy importantes para lograr el embarazo y en el proceso de ovulación y fecundación.

Sin embargo, existe una serie de alteraciones, enfermedades y problemas que pueden derivar en el mal funcionamiento y obstrucción de las trompas, y a veces es necesaria su extirpación por laparoscopia (como la salpingitis, endometriosis, un embarazo ectópico o una obstrucción). Es entonces cuando surge la duda de si será posible lograr un embarazo.

En el caso de contar con una sola trompa funcional sí sería posible una concepción natural, pero sabiendo que existe una notable reducción de las probabilidades.

Si no tuviéramos ninguna de las dos, el embarazo natural es altamente improbable. En estos casos se opta por una técnica de reproducción asistida en el que la fecundación se produzca en el laboratorio.

En cualquier caso, son situaciones bastante más habituales de lo que se suele pensar y que no suponen una complicación adicional para lograr el embarazo mediante tratamiento.